En las comunidades rurales muy apartadas es muy
notoria la presencia de la comunidad en la escuela porque sus habitantes son
los principales actores ya que ellos deciden que es lo que se va a hacer en la
escuela, si aceptan al instructor y como se van a hacer las cosas.
Tienen una comunicación muy abierta y la
confianza para decir si algo no es de su agrado, creo que les gusta que sus
niños aprendan cosas que no saben pero claro sin olvidar ni dejar a un lado sus
costumbres y tradiciones. Creo que su principal preocupación es que logren
hacer cosas que a ellos le hubiera gustado pero por distintas circunstancias no
las pudieron realizar. Quieren que los niños tengan la oportunidad de
superarse; es importante lo que ellos hacen y a lo que se dedican pero desean
que sus hijos puedan tener más opciones para si así lo desean superarse y tener
una mejor vida.
Me parece que el aprecio que le tienen a los
instructores se debe a que ellos saben o al menos se imaginan que debe ser un
gran esfuerzo para los jóvenes marcharse de sus hogares para llevarles un gran
beneficio a ellos, además de que estos jóvenes instructores respetan sus
decisiones, sus costumbres y sus formas de pensar, les guardan respeto y los tratan
como iguales, además de que aprenden de ellos.
La comunidad se hace presente en la escuela con
cada decisión que toman, cada vez que asisten a las juntas para ver el avance
de sus hijos, cuando realizan mantenimiento en el centro educativo, cuando se informan
de cómo se está trabajando en la escuela, todo esto y mucho más son formas en
las que los padres y la comunidad se ven involucrados en las actividades de la
escuela haciendo notar que son parte de ella. Y que solo en su conjunto padres,
maestro y alumnos pueden lograr el objetivo deseado que los niños aprendan lo
que no saben.
Athziri López
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