VISITA AL CAM
N°8 BENITO JUAREZ
N°8 BENITO JUAREZ
Cuando llegué a la escuela me pareció muy agradable, ya que hay muchos árboles grandes.
En la puerta no había nadie y como había mucho sol, me pasé.
Después de un rato llegaron mis compañeras, algunas de ellas hablaron con un grupo de mamás que estaban afuera y, escuchando sus comentarios, me pareció que entonces el Director, los maestros, y en general toda la escuela, no era muy buena.
Cuando llegó nuestra maestra, nos hizo saber que en realidad el director no era muy bueno. La verdad es que me llamó la atención que cuando estábamos con ambos parecía que sutilmente ninguno estaba de acuerdo con el otro; me era incomodo el ambiente y pensé que yo no quiero ser o estar así con mis compañeros de trabajo.
Mientras platicábamos con el director, a mi me pareció que no era un profesor feliz que amara su profesión sino mas bien un hombre de políticas y conceptos vacíos.
Al llegar al salón los maestros y los alumnos me recibieron muy bien. De ambos maestros, el que mas me transmitió ese amor por la educación especial, fue la maestra Miriam (L.E.E), el profe me pareció indiferente, como que lo hacia solo por trabajo; cuando pregunté él solo me dijo que solo había estudiado para ser maestro de niños regulares. Me daba la imprensión de que no conocía mucho de sus alumnos.
El salón, a mi gusto, estaba desordenado y un poco triste por los colores con que estaba pintado.
Me di cuenta que a diferencia de los niños de preescolar estos muchachos no necesitan tanta atención , mas bien me pareció que como cualquier otro adolescente necesitan quien los escuche y ayude con los cambios que se dan en esta etapa; me parecían como unos adolescentes mas.
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